CURSOS DE NATACIÓN PARA NIÑOS.

La natación es un deporte muy completo: involucra todos los grupos musculares. En los niños y adolescentes, este ejercicio fundamentalmente aeróbico y realizado de manera regular, provoca no sólo un disfrute activo del ocio, sino una reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas. La natación se puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico e iniciándose en el aprendizaje de los estilos a los 4 años de edad.

Las etapas de aprendizaje

Etapa I. Supervivencia en el medio acuático (planteamiento utilitario)

Se trabaja la familiarización, respiración, flotación y propulsión a través de tareas específicas para conocer el medio y afianzar la confianza personal.

Etapa II. Autonomía de movimiento en el medio acuático con libertad de movilidad

Se realizan desplazamientos, giros, saltos, lanzamientos y recepciones, en sesiones lúdicas. En esta etapa no se incide demasiado en las técnicas deportivas.

Etapa III. Aproximación e iniciación a los gestos y movimientos de las especialidades deportivas y conocimiento básico de su reglamento y normativa

Prácticas de natación (crol, espalda, pecho, mariposa). Largadas de cabeza y vueltas. Clases metodológicas para la iniciación a las diferentes modalidades.

Razones para nadar

  1. Controla el peso corporal, lo que previene la obesidad en niños (y el 80 por ciento de niños obesos lo serán también de adultos).
  2. Ayuda a mantener unas cifras de tensión arterial más bajas.
  3. Baja la concentración de colesterol en sangre: reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.
  4. Disminuye los niveles de glucosa en sangre debido a que el ejercicio aeróbico produce una mayor sensibilidad a la insulina. Por ello, reduce las necesidades de insulina en niños diabéticos.
  5. Contribuye a aumentar cualitativamente la capacidad de esfuerzo físico en niños, condicionando una mejor respuesta cardiovascular.
  6. Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.
  7. Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento y poder ayudar en una situación real es un valor agregado en el aprendizaje.
  8. El uso del bañador hace que se muestre la propia imagen, la real. Esto permite conocerse y respetar a los demás. Además, el contacto personal favorece las relaciones interpersonales y ayuda a superar miedos.

 

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